martes, 10 de noviembre de 2009

RETOS DE LA EDUCACION

La educación del siglo XXI debe replantear su misión y visión. El mejorar y expandir la ciencia educativa es un mandato y una necesidad. Implementar su cambio es más complicado dado que esta disciplina está en continua evolución, es dinámica y continuamente está incorporando nuevas prácticas y conocimientos. Pero sobre todo, el mayor reto es el de ayudar, apoyar y guiar al individuo en la necesidad de apropiarse del conocimiento.

Los saberes, hoy en día, están a disposición de todos pero éstos, infortunadamente, son cada vez más especializados. El individuo debe prepararse para comprender y explicar cómo funcionan las cosas, cómo se conectan los saberes. El conocer es continuo e interactivo; por lo tanto, los procesos de enseñanza-aprendizaje deben serlos también. ¿Estamos realmente preparando a nuestros estudiantes para enfrentar su mundo laboral?, ¿Se requieren nuevas prácticas o saberes para ellos? ¿De qué forma y en qué podemos los docentes actualizarnos para apoyar el proceso de aprendizaje de nuestros estudiantes? Las innovaciones tecnológicas han creado un sinnúmero de oportunidades a los docentes para aprender y actualizarse. Mediante su uso ya son muchos los docentes que han aprendido a implementar y mejorar sus procesos de enseñanza y práctica educativa y han puesto su conocimiento al alcance de todos. Pero, ¿están éstos alcance de sus estudiantes?

El estudiante de hoy en día plantea un reforma a nuestras prácticas educativas en cuanto la información que se le da, cómo y cuándo se le imparte. Los estudiantes no sólo tiene otras habilidades y sueños sino necesidades muy diferentes a las que nosotros enfrentamos. El trabajo de la educación debe ser compartido con aquellos a quienes va dirigida. De ello depende su éxito. El conocimiento en este momento debe ser construido por los integrantes que participan en este proceso. Esto puede ser posible y una experiencia exitosa con la mediación de la tecnología y abordada desde las diferentes teorías pedagógicas.

Cada día se hace evidente que los jóvenes de hoy en día requieren habilidades intelectuales de mayor nivel: una sólida capacidad para la comunicación, conocimiento sobre recopilación de información y análisis, habilidad para las relaciones interpersonales, así como para el aprendizaje, creatividad y pensamiento crítico (Poole, 1999). Por lo tanto, los esquemas tradicionales educativos que provienen del siglo XIX que aun caracterizan nuestras instituciones y prácticas debe ser eliminada. Si el objetivo es enseñar a los jóvenes lo que se hace en el mundo real, es evidente, que este conocimiento no se va a transferir y construir en los ambientes de aprendizaje actuales y menos bajo las circunstancias actuales en las que el individuo está completamente inmerso en la tecnología, cuya mayor ventaja es la de conectar al individuo con su realidad.

Mantener el control es uno de los grandes retos para los docentes; sin embargo, ¿quién tiene el control? El gran reto debe ser cómo incorporar a nuestros estudiantes a nuestra clase, cómo convertirlos en agentes activos y constructores de conocimiento. El salón de clase debe dejar de ser ese campo de batalla en el que hay un ganador si apruebas los exámenes. Cada vez es más urgente que el estudiante comience a experimentar su realidad y enfrentarse a situaciones que el mundo laboral enfrenta en esta época; no sólo porque lo más probable es que cuando este individuo salga al mundo laboral, el trabajo para el cual ha sido preparado ya no exista sino porque de otra forma nunca alcanzará la competencias necesarias que aseguren su supervivencia y la de la sociedad, frente a unos problemas que no son suyos pero que debe, de cualquier forma, enfrentar.

Por otra parte, los estudiantes de hoy no son estudiantes pasivos; son jóvenes sociales, impacientes, que requieren interactividad y experiencias, entre otros (Bullen, M. 2009). El ignorar estas cualidades de nuestros estudiantes, los excluirá del mundo que los rodea y no les permitirá ser ciudadanos productivos ni conservar la sociedad a la cual pertenece.

Oliver Wendell Holmes (1809 – 1894) dice, “La mente que se ha expandido por una nueva idea nunca regresa a su dimensión original” (Citado por Poole, 1999). Ciertamente, el reto es enorme. Pero está en manos de los educadores promoverlo. El estudio y la práctica reflexivos de su práctica pedagogía deberá no sólo mejorar su práctica sino también le mantendrá una actitud abierta hacia ese mundo cambiante que viven sus alumnos y, le aportará las herramientas necesarias para integrar esos cambios a su práctica laboral; como resultado, lograr la formación integral del hombre.

REFERENCIAS

Bullen, M (2009). Tomado el 30 de octubre de 2009 de http://www.slideshare.net/markbullen/elearning-vio-viejo-botella-neuva
Poole, B. (1999). Tecnología Educativa. Educar para la sociocultura de la comunicación y del conocimiento. McGraw Hill, España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario